Realmente nuestro viaje en crucero comienza cuando cogemos el vuelo. Al reservar el vuelo hay que prever lo que tardaremos en el desplazamiento al muelle para llegar con suficiente antelación a la hora del embarque. Siempre pueden surgir imprevistos en el vuelo o en el traslado entre el aeropuerto y el puerto de embarque, estos traslados pueden ser contratados con la compañía o por nuestra cuenta.
Si no hemos hecho antes un crucero fluvial puede preocuparnos o podemos tener un concepto equivocado. Pero, tranquilos, es muy sencillo, siempre habrá asistencia que pueda echarnos un cable.
Cuando llegamos al muelle de embarque la tripulación se encargará de recoger nuestro equipaje. No tendremos que cargar con él, la tripulación lo llevará hasta la cabina, nos acompañaran y nos ayudaran a conocer los detalles de la habitación para ver que todo es de nuestro agrado. Es importante que nuestras maletas estén identificadas con nuestros datos: Nombre y apellidos, teléfono, número de cabina asignada, domicilio y fecha del crucero.
En ocasiones puede que lleguemos antes de la hora de embarque, ¿qué podemos hacer? Por ejemplo, el embarque es a la 18.00h y llegamos a las 12.00h al destino. Si tenemos suerte y los barcos están amarrados en el muelle, probablemente no haya problemas en dejarlo a bordo, siempre que avisemos a la tripulación. A la hora que se ha estimado para hacer el check-in lo tendrás ya en la puerta de tu camarote o en el interior de él. Normalmente no permiten la entrada al barco ni al camarote porque puede coincidir con el desembarque de otros pasajeros y tienen que prepararlo todo para que disfrutemos de la estancia.
Si llegas a la hora prevista, iréis entrando al barco y haciendo cola en el hall para realizar el check-in y el control de pasaportes, el procedimiento es muy similar al del check-in de un aeropuerto. En este momento se suele preguntar cómo van a pagar sus extras en el barco: en metálico o con la tarjeta de crédito. Lo más habitual es con tarjeta de crédito ya que muchas compañías navieras no aceptan otro medio de pago. También se comprobarán datos como teléfonos de contacto, por si hubiera que llamarte porque no estás a bordo cuando salen en navegación, por ejemplo.
Igualmente les entregarán la llave de la cabina o una tarjeta identificativa que deberán llevar consigo en todo momento. Cuando estamos a bordo, es común que nos soliciten entregar el pasaporte o DNI al Jefe de Sobrecargo, que lo devolverá, según la compañía, al final del crucero o una vez comprobado al comienzo de este. Es imprescindible que llevemos la documentación siempre a mano, o tendremos problemas para acceder y disfrutar de nuestro crucero fluvial. En este momento en algunos barcos también te darán un código pin para poder entrar y salir del barco.
La puntualidad es vital o puede que se nos compliquen las vacaciones. El embarque se inicia según itinerario, son horarios aproximados y pueden variar. Suele ser por la tarde, sobre las 16.00 o 18.00h, aunque es conveniente confirmarlo en los bonos de embarque que recibiremos unas semanas antes de viajar. El barco no espera es muy importante recordarlo. Si crees que vas a llegar tarde por alguna incidencia en tu vuelo o traslado, podemos comprobar nuestro itinerario o bien preguntar al barco directamente si el crucero comienza la navegación ese día o si por el contrario hace escala nocturna y permite que lleguemos tarde, pese a que nos perdamos la presentación de la tripulación, actividades de bienvenida que se hagan a bordo o excursiones previstas.
Una vez a bordo…
Después de realizar el check-in, ya estaremos a bordo y comenzará el crucero. Suelen acompañarnos a nuestro camarote, donde estará nuestro equipaje.
Dentro del camarote encontrareis folletos y papeles informativos, el diario de a bordo (algunas navieras lo muestras a diario por la televisión), la descripción de excursiones, etc.
En nuestros camarotes tenemos chalecos salvavidas que en la primera noche nos explicaran su uso.
El desembarque
Se informará de la hora de desembarque el último día. Esta hora suele coincidir con el desayuno sobre las 9.00h. pero es una hora flexible. Si el restaurante abre sobre las 7.00h, se puede aprovechar, desayunar temprano y hacer el check out, y abandonar el barco tras dejar las llaves o tarjetas que nos hayan dado y abonar los extras si no lo hemos hecho ya. En este momento nos invitaran a dejar las propinas opcionales en un sobre. Se aconseja dejar entre 5 y 8 euros por persona y día.
Si el último día tuviéramos paquete aeroterrestre contratado de la propia compañía habría que quedarse hasta que nos informen, dejar las maletas identificadas en la puerta del camarote y esperar la pertinente cola en el hall para hacer el check out.
Información importante que debemos saber
- Gracias a que los cruceros fluviales acogen entre 100 y 350 pasajeros como mucho, se evitan aglomeraciones tanto en el embarque y desembarque como en el restaurante, bar y otras cubiertas. Serán por tanto una buena elección. Además, la tripulación te brindará un servicio cercano, atento y personalizado gracias al tamaño de los barcos.
- Cuando hacemos las reservas hacemos mucho hincapié en recibir los datos correctos porque las compañías navieras son bastantes estrictas y puede que, si no tienes el pasaporte, DNI, etc en regla te quedes en tierra sin embarcar. Aunque parezca que un fluvial tiene menos controles, debemos tener en cuenta que muchas veces durante la navegación se atraviesan muchas fronteras de diferentes países y los barcos van gestionando el paso de los clientes con las autoridades locales.
- La documentación que necesitas a bordo de los cruceros fluviales no viene determinada por el puerto de embarque y desembarque exclusivamente, sino por todas las escalas en las distintas ciudades que realice el crucero.
- Cuando se llegan a las escalas, los pasajeros son libres de bajar y subir cuando deseen, muchas veces el barco pasa una noche en la ciudad. Sin embargo, el tiempo de las paradas está establecido e indicado en el diario de a bordo y en el tablón de anuncios. Hay que tener en cuenta que hay que embarcar de nuevo y es obligatorio estar al menos media hora antes de zarpar. Si alguien se retrasa, el barco partirá sin él y los gastos de reembarque correrán a cargo del pasajero.
Esperamos que te hayamos aclarado posibles dudas acerca de los embarques y desembarque en los cruceros fluviales. Si tienes dudas, contáctanos y te ayudaremos.