Esta magnífica ciudad fue catalana durante varios siglos, antes de unirse al reino de Saboya en 1720. Las calles aún llevan nombres catalanes y los alrededores están cubiertos de torres aragonesas redondas que custodian los puntos estratégicos de la costa. En compañía de su guía, paseará por el centro histórico con sus estrechas calles pavimentadas con cantos rodados, sus arcos medievales y sus antiguos baluartes españoles.
OBSERVACIONES
- El orden de las visitas está sujeto a modificaciones.
- Los horarios son orientativos.