La laguna veneciana, creada por los estuarios de 3 ríos y separada del Adriático por una pequeña línea de arena fina, tiene alrededor de 52 km de longitud. Venecia se sitúa en el centro de una cincuentena de otras islas que pertenecen también a la laguna. Prácticamente la mitad de ellas están abandonadas y las dos islas predominantes del norte son Murano y Burano. La visita en barco comenzará por la isla de Murano, la isla de producción del vidrio ofrece a los visitantes la oportunidad de ver un maestro del vidrio manos a la obra. En 1291, cuando los fuegos fueron prohibidos en Venecia para proteger a la ciudad de los incendios, la manufactura del vidrio fue trasladada a Murano. La vidriería fue una de las primeras exportaciones venecianas y los secretos de este arte fueron guardados fielmente. La producción del vidrio fue considerada como un privilegio y permitió a sus artesanos acceder a la nobleza. Hoy la fabricación del vidrio ya no es un secreto y los objetos de vidrio soplado son famosos en el mundo entero. Después se visitará la isla de Burano. Las casas pintadas de colores vivos decoran alegremente la ciudad de pescadores. Burano es famosa por sus encajes. En el siglo XVI esta industria tuvo su gran apogeo y Burano fue famosa en toda Europa. Con la finalidad de preservar la producción de los encajes tradicionales, se proclamó una escuela. Aunque hoy en día no es tan popular, la producción de encajes es todavía práctica para algunas mujeres de la isla. Se tendrá tiempo libre para descubrir Burano. Regreso al barco.
OBSERVACIONES
- El orden de las visitas está sujeto a modificaciones.
- Los horarios son orientativos.
- Se recomienda el uso de calzado cómodo.