Salida en autocar hacia el castillo de Azay-le-Rideau. Construido en una isla en medio del río Indre, el edificio tal como se presenta hoy fue erigido bajo el reinado de Francisco I por un rico financiero, Gilles Berthelot, quien deseaba combinar las innovaciones llegadas de Italia con el arte de construir a la francesa. Clasificado como monumento histórico, el castillo de Azay-le-Rideau expresa todo el refinamiento de un castillo de la primera Renacimiento francés. Al llegar, admire la monumental e innovadora escalera de honor con su rampa recta, un verdadero tesoro arquitectónico. Su recorrido de visita también le llevará al hermoso salón Biencourt, completamente restaurado, que hoy da testimonio de todo el arte de vivir del siglo XIX. Déjese seducir por el ambiente y la decoración que le recordarán las residencias aristocráticas del siglo XIX. La habitación de Philippe Lesbahy, ama de casa en el siglo XVI, le sumergirá en una atmósfera puramente renacentista. Este espacio revela una síntesis de todos los conocimientos de la época, incluido el trenzado de juncos, una curiosidad propia de Azay-le-Rideau utilizada para aislar estéticamente las paredes. Aquí, el refinamiento de los interiores ha sido reconstruido gracias a importantes trabajos de restauración basados en archivos, como lo demuestra la restitución de los textiles de la cama, bordados a mano con hilos de oro y plata.
Continuación hacia Villandry para el almuerzo.
Por la tarde, disfrute de un paseo por los jardines del castillo de Villandry: distribuidos en tres niveles, combinan estética, diversidad y armonía. Luego, visite el castillo de Villandry. A través de su mobiliario, su decoración y su ambiente, es un testimonio vivo del patrimonio francés. Cuando Jean Le Breton adquirió el dominio de Villandry, el edificio era entonces una fortaleza medieval. La arquitectura defensiva fue suavizada, abierta hacia el exterior y enriquecida con elementos decorativos renacentistas. En el siglo XVIII, el marqués de Castellane se instaló en Villandry no sin realizar trabajos importantes para transformar el edificio en una residencia cómoda, cálida y luminosa, característica del arte de vivir de la época.
Joachim Carvallo y Ann Coleman salvaron el dominio, que había caído en desuso a finales del siglo XIX, y emprendieron una campaña de restauración que fue una restitución del estado renacentista. Henri Carvallo, actual propietario de Villandry, sigue las huellas de sus antepasados conciliando la preservación de este patrimonio único con el embellecimiento del lugar para el disfrute de los visitantes.
OBSERVACIONES
- Se recomienda calzado cómodo.
- El orden de las visitas está sujeto a modificaciones.
- Los horarios son orientativos.